BLOG PONTISWEB

El objetivo de este Blog es el de complementar a http://www.pontisweb.com/ ya que debido a su diseño, más dinámico y menos formal, permitirá un mayor feedback con quienes visitan nuestra página: sean estos posibles clientes, estudiantes o simplemente público interesado.
Como la esencia del blog lo indica, también pretendemos dejar asentado nuestro paulatino crecimiento que se expresa en logros, nuevos servicios y la apertura de nuevas antenas en el exterior.
La idea es mantener este espacio de comunicación con noticias, estadísticas, textos, artículos, datos, información sobre eventos, y comentarios sobre la profusa actividad internacional de las entidades subnacionales (provincias, departamentos y ciudades).
También procuraremos explorar las inmensas posibilidades que otorgan las nuevas tecnologías multimedia (texto, audio, video, imágenes, animación, etc.) para explicar nuestra actividad como consultores y para producir materiales útiles tanto para la capacitación como para la difusión de la actividad internacional de ciudades y provincias.
Como es habitual, en cada artículo del blog, los lectores podrán escribir sus comentarios y nosotros darles respuesta, de forma que sea posible establecer un diálogo enriquecedor alrededor de temática y actividades que, nos consta, vienen en franco crecimiento.

lunes, 31 de marzo de 2008

Supervisión y monitoreo de acuerdos

Es muy importante que los acuerdos incluyan condiciones bastante específicas acerca de su supervisión y evaluación. No debe asumirse que la simple elaboración de un acuerdo asegura su puesta en práctica: los mecanismos de supervisión deberían ser un fuerte componente en ellos y, por supuesto, deben contar con los recursos adecuados.
Algunos acuerdos implican una reunión regular de las partes (p. ej., cada tres meses) para evaluar cómo progresa la implementación. El trabajo en estas reuniones será más fácil si hay un plan de implementación claro, así como indicadores para la interpretación de si el acuerdo produce los resultados deseados.
Una alternativa sería la de encomendar la tarea de supervisión a una agencia en particular, a una de las parte del acuerdo o a un cuerpo neutral aceptado por todas las partes (PONTIS Consultora, por ejemplo). Esto debe negociarse como parte del proceso del acuerdo para que las partes sepan a qué atenerse.
Para una revisión mayor del acuerdo sería apropiado, después de un período determinado, evaluar los resultados en relación a los objetivos del acuerdo. Esta puede ser una oportunidad para involucrar a la comunidad y para promover el conocimiento de cómo está funcionando el acuerdo en la práctica.
El alcance de cualquier evaluación del acuerdo tiene que ser convenido al comienzo. Los procesos de evaluación deben asegurar que las diferentes partes cuenten con un modo objetivo de verificar si el acuerdo tiene éxito y que no se van a sacar conclusiones diferentes. Esto puede requerir que la revisión se lleve a cabo de manera objetiva por agencias que no son parte al acuerdo, pero en quienes confían todas las partes.
Las conclusiones del proceso de revisión tienen que ser presentadas de tal modo que permitan la discusión detallada de las razones que dieron lugar a esas conclusiones y de las maneras en que puede cambiarse la implementación para mejorar los resultados finales.
La renegociación de componentes del acuerdo puede ser necesaria para beneficiar la implementación. Por ejemplo, si por cualquier razón algunas partes del acuerdo no están en condiciones de aportar lo comprometido, pueden ser persuadidos de proporcionar otras ventajas en su reemplazo.
Si un acuerdo tiene un término fijo y éste se acaba, puede que sea conveniente evaluar los logros y buscar un segundo acuerdo que lleve las cosas más allá. Aún cuando el acuerdo no haya alcanzado su término, una revisión profunda puede proporcionar oportunidades de renegociación y de mejora de los términos originales. Pueden ampliarse los alcances del acuerdo, pueden agregarse más partes al acuerdo o pueden fortalecerse los mecanismos de aplicación.

viernes, 28 de marzo de 2008

La agenda política de las ciudades en la región

La agenda política discutida por las ciudades en el marco de la Red de Mercociudades se compone de tres temáticas que se entremezclan y retroalimentan conformando los núcleos duros a trabajar por las mismas, en aras de profundizar el entramado de redes y vínculos sociales de la integración. Estas son: la complementación productiva, la integración fronteriza y la construcción de una ciudadanía regional, todas se revelan como los procesos más complejos a explorar por parte de las ciudades, pero también como aquellos donde la perspectiva y la flexibilidad local más pueden aportar en su concreción.
Estos objetivos son compartidos por otras organizaciones que poseen similar proyección y una lógica distinta a la nacional. Por todo esto deben generarse espacios de intercambio conjunto, acciones y declaraciones en común, con el objetivo de coordinar y cooperar, para así lograr efectivizar, en los órganos que hoy tienen mayor incidencia en el MERCOSUR, el reclamo de mayor transparencia y en la incorporación de una agenda regional que cada día construya más integración superando los conflictos nacionales.(...)
1.- La complementación productiva
Uno de los nuevos objetivos que se encuentran en los programas de gobierno de todos los gobiernos locales está ligado a la inclusión social de su gente mediante la generación de empleo. Esta política local, en algunos casos con el apoyo del gobierno central, rara vez tiene la perspectiva de la distribución regional del empleo, ni una política de promoción regional que apueste a incluir los emprendimientos locales a las corrientes comerciales de la región ni a sus requisitos.
Difícilmente puede observarse la densidad de los flujos comerciales y sus direcciones, ni las posibilidades de complementación productiva solamente desde lo local o sólo desde la centralidad de lo estatal.
Necesariamente es una tarea que debe coordinarse con múltiples actores, escuchar sus opiniones y experiencias, y compartir las tareas de diseño e implementación de las políticas productiva. Es necesario incluir a los gobiernos locales en la temática de complementación productiva y trabajar en el sentido de generar nexos entre las empresas, entre los sindicatos y con los diferentes organismos del Estado para mejorar los intercambios con base en la cooperación y no en la competencia en el mercado regional.
Debe considerarse el trabajo y el relevamiento de dificultades por regiones y no por países. Hasta el momento la lógica de las agendas nacionales sigue sin construir integración en esta materia. Debe buscarse la elaboración de políticas adecuadas a las diferentes realidades productivas que están presentando las regiones y hasta los países considerando preferencias para aquellas formas de producción que generan más empleo y mejor distribución, favoreciendo así su desarrollo.
2.- La integración fronteriza
Para profundizar el proceso de integración es necesario incorporar la noción del territorio de forma más abarcativa y descentralizar la incidencia que hoy tiene. El MERCOSUR posee una gran incidencia política y económica en las ciudades, pero esto se materializa fundamentalmente en las capitales de nuestros países y no en el resto del territorio.
Esto refuerza el rol que, en el mismo, poseen los gobiernos centrales y la escasa presencia que tiene fuera de un micro mundo ligado a las reuniones del MERCOSUR. La integración no es parte de la cotidianeidad de los ciudadanos salvo por las noticias -que rara vez la favorecen-.
Asimismo, esta problemática adquiere aspectos particularmente relevantes en aquellas zonas donde se materializan las dificultades que hoy continúa presentando el proceso de integración: las fronteras. Es necesario trabajar de forma integrada el territorio de frontera junto con los actores sociales y locales, a pesar de las dificultades de coordinación que puedan existir entre países, fundamentalmente en la aplicación y visibilidad de los Fondos de Convergencia Estructural.
Las fronteras son los territorios que presentan entramados de redes de una densidad mayor al resto y en los cuales las acciones deben ser coordinadas no solo por los múltiples actores que participan sino también por la gran cantidad de temáticas que involucra. Es necesario pensar en nuevas formas de cooperación, integrales, que involucren a las poblaciones afectadas y que permitan una mayor flexibilidad frente a las dificultades, que aunque absurdas a veces, se convierten en obstáculos insuperables. No solo deben considerarse los obstáculos comerciales, sino que debemos enfocarnos en aquellos obstáculos que interrumpen los vínculos naturales en una sociedad como los que producen relaciones sociales comunes: estudio, trabajo, ocio, entre otros.
La política de frontera debe ser integral y no puede estar tan dividida, ni ser diseñada desde las capitales.
La frontera es un territorio integral que debe tratarse como una oportunidad y no como un problema.
Para esto debe favorecerse la generación de capacidades en la sociedad civil y en los municipios involucrados y alentar a los mismos a la concreción de proyectos que integren y construyan una identidad regional, con los objetivos de compensar las dificultades ocasionadas por la implementación de las políticas comunes.
3.- La construcción de ciudadanía
La importancia de la identidad local es muy fuerte para quedar subsumida en la regional, pero esto no significa que ambas no puedan construirse conjuntamente sin superponerse. Las manifestaciones culturales para esto son sumamente relevantes y el intercambio en este sentido nos permite construir integración. Sin dudas existen formas de rescatar una identidad común hoy con valores por todos compartidos y a los cuales debemos visualizar desde la óptica de cada actor y con sus experiencias, así como las raíces históricas comunes, que nos permiten encontrar las similitudes y diferencias de cada región con el transcurrir del tiempo.
En este campo resulta por ende relevante el poder propiciar fuertemente las instancias y espacios de intercambio cultural y social entre las ciudades del MERCOSUR y por sobretodo la capacidad y potencialidad que debemos presentar para publicitarlas. Todas las manifestaciones artísticas en cualquiera de sus formas contribuyen a ese doble reconocimiento de identidades. Existe al respecto un gran desconocimiento de la cultura del otro y por ende grandes ausencias en la construcción de una identidad común.
La región no ha podido construir símbolos que la identifiquen de forma duradera y esto conspira también contra la identidad regional.
Es necesario incentivar en nuestros territorios el compartir aquellos principios que se consideren necesarios para el desarrollo integral de nuestras sociedades como el respeto, la solidaridad, la tolerancia en toda su amplitud –cultural, étnica, racial, entre otras- y valores democráticos, que permitan un dialogo racional y solidario entre nuestros pueblos. Debería edificarse una integración que construya vías de acercamiento entre nuestros pueblos para la conformación de una ciudadanía regional con la más amplia garantía de sus derechos.


Extraído del documento "Las ciudades y la integracion". Daiana Ferraro y Jorge Rodríguez

lunes, 24 de marzo de 2008

URB-AL. La experiencia del trabajo en red.

El programa URB-AL concibió desde sus orígenes el formato de redes como una herramienta metodológica útil a los propósitos de la cooperación de la Unión Europea y los, más específicos, del programa. Este mecanismo se consolidó aún más en el diseño y en la implementación de la segunda fase de URB-AL. De este modo, el foco de acción se centró en las redes, las cuales actuaron como agentes propulsores del trabajo temático, el intercambio de buenas prácticas, la recopilación y difusión de información; y, la gestación y seguimiento de proyectos comunes. Estas redes fueron coordinadas de manera casi equivalente por ciudades y entes sub nacionales europeos y latinoamericanos. El rol de las redes y su impacto en los resultados del programa ha sido ampliamente reconocido en las distintas evaluaciones del programa.
En el curso de los más de 10 años que duró el programa URB-AL, las entidades locales que tuvieron la responsabilidad de coordinar alguna de las 13 Redes que operaron a su amparo, tuvieron la oportunidad de generar un conocimiento significativo, que va más allá de la especialidad temática que a cada una le correspondió en particular. Ciertamente, fortalecieron sus competencias y equipos para la gestión de la cooperación internacional, en especial la de carácter descentralizado; pero, además, desarrollaron un enorme caudal de competencias y habilidades que han contribuido significativamente al mejoramiento y modernización de las administraciones de las que forman parte. Asimismo, las redes han realizado un aprendizaje sobre su propia condición. Sobre la naturaleza específica de sus tareas. Sobre las fortalezas y, también, las debilidades que han tenido sus gestiones.(...)

Los aspectos más destacados de esa experiencia son:
1. Integración en la acción.
La importancia del trabajo temático, el enfoque práctico, y el trabajo entre pares. Las redes abordaron temáticas de interés urbano. Aún cuando esto parezca básico, la pertinencia de las materias abordadas, su vínculo directo con las preocupaciones sociales y políticas de sus territorios constituyó un elemento esencial para su éxito. En la ejecución del trabajo de las redes pudo observarse que, más allá de las diferencias de magnitud y las propias de culturas y territorios diferentes, existía un cúmulo de problemas y formas de abordarlos, muy similares tanto en Europa como en América Latina. En el mismo orden de ideas, el enfoque de las redes estuvo decididamente orientado al mejoramiento de las gestiones locales, a la búsqueda de soluciones a problemas concretos y las más de las veces, cotidianos.
2. fortalecimiento de las instituciones.
Un aspecto poco mencionado de la práctica URB-AL es que en sus actividades, en especial las reuniones de red, existió una participación relevante tanto de los actores políticos como técnicos que actuaron en representación de las administraciones locales. La legitimación de actores y funciones, el mejoramiento del capital humano, el incremento del capital social,del conocimiento y uso de nuevas tecnologías, la conexión con los sistemas estatales y supraestatales. Esto permitió una primera legitimación de las funciones y tareas que acompañaron la gestión del programa, aquella que la autoridad política otorgó al quehacer URB-AL. A partir del enorme número de vínculos establecidos por su intermedio, políticos y técnicos, pero sobre todo estos últimos, encontraron una fuente de legitimación de sus actividades que ha sido de enorme importancia para cada individuo en particular y para el sistema municipal en general. El contraste de sus experiencias con pares de otras latitudes ha permitido a funcionarios latinoamericanos y europeos el validar sus propias acciones y el rol que pueden tener en el desarrollo de sus territorios. A partir de la naturaleza de los proyectos comunes, generadores de programas de formación, pasantías, catálogos de buenas prácticas, etc. Estos procesos modernizadores, a la par con la visión global de los problemas locales que supone el trabajo en Red, le ha permitido a los actores sub nacionales un diálogo nuevo y productivo con las instituciones estatales con las que se relacionan habitualmente, formando nuevos partenariados e interviniendo más en las decisiones sobre diseño e implementación de políticas públicas en sus territorios, particularmente las de índole social. Por idénticas razones, los gobiernos locales se relacionan más y con mejor calidad con organismos internacionales, llegando en algunos casos a ser promotores y fundadores de nuevas instancias de relación supranacional.
3. fortalecimiento de los procesos descentralizadores.
En América Latina, pero también en Europa, existe un debate abierto sobre la descentralización. Los procesos de reforma del Estado desarrollados en varios países latinoamericanos desde los años ochenta, no han arrojado conclusiones definitivas y, muchos de ellos, se han estancado o han encontrado obstáculos importantes en su profundización y desarrollo. La mayor visibilidad que hoy tienen los gobiernos locales, originada en un cúmulo muy grande de factores, es acentuada por el trabajo de las redes URB-AL. De este modo se enriquece el debate conceptual y el práctico sobre la descentralización en nuestros continentes, nutriendo las redes de municipios y regiones de formulas y ejemplos de buena gestión local.
4. cumplimiento de los objetivos de la cooperación UE/AL.
En su primera fase el programa se orientó a favorecer la participación de los actores de la sociedad civil de UE y AL en el proceso de cooperación mediante el apoyo a las mejoras en las condiciones socioeconómicas, calidad de vida y otras, de los centros urbanos y colectividades locales; además, de la promoción y reforzamiento de los intercambios de experiencias, cooperación y colaboración entre ciudades y regiones. A estos se agregó, con posterioridad, la promoción del desarrollo sostenible de las ciudades y la promoción del dialogo político entre ciudades de AL y UE. Al inicio de la segunda fase del programa se acuñó el propósito de desarrollar relaciones directas y duraderas entre las colectividades locales europeas y latinoamericanas mediante la difusión, la adquisición y la aplicación de buenas prácticas en el ámbito de las políticas urbanas. El año 2004, se agregó el objetivo de contribuir a identificar vías de mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos en una perspectiva de desarrollo equitativo y sostenible; además, de promover relaciones internacionales y de cooperación entre colectividades locales para reforzar y adaptar sus competencias al entorno globalizado. Ese año, mediante la declaración de Guadalajara, se reforzaba la cohesión social como el objetivo transversal de la cooperación entre las dos regiones, a la vez que se valoraban ciertos programas de cooperación descentralizada, como URB-AL, y se comprometía la permanencia y profundización de este tipo de programas.
La experiencia de las redes URB-AL, permite ratificar la pertinencia y cumplimiento de la mayor parte de estos objetivos. La consolidación del trabajo de las redes URB-AL puede ser visto como un esfuerzo de construcción de lazos políticos, sociales, económicos y culturales entre los dos continentes, con la particularidad de que en este caso estamos hablando de un partenariado estratégico construido desde abajo, desde la base social que dan las colectividades locales y, por tanto, dotado de los elementos de sustentabilidad que tiene todo proceso gestado por sus propios protagonistas.
Extraído del informe de Gustavo Paulsen sobre la experiencia de la redes de URB-Al

miércoles, 19 de marzo de 2008

Reportaje a Mayki Gorosito

Tuvimos una larga charla con Mayki Gorosito, la directora de Relaciones Internacionales de la Municipalidad de Morón, quien además está a cargo de la Secretaría Ejecutiva de la Red de Mercociudades. Ella acaba de regresar de Montevideo en donde mantuvieron una reunión preparatoria a la próxima Cumbre de la Red, que tendrá lugar en el mes de junio en Uruguay, y donde se designará a la ciudad de Canelones, como nueva Secretaría Ejecutiva para el periódo 2008/9. En dicha reunión se avanzó también en un ambicioso Plan de Acción de Mercociudades, a ser aprobada en la Cumbre, cuyos ejes prioritarios giran en torno a los Objetivos de Desarrollo del Milenio, la ciudadanía regional, la complementación productiva y la participación de la sociedad civil.
También nos contó sobre los beneficios y las dificultades de la participación de los gobiernos locales en la Red de Mercociudades.

jueves, 13 de marzo de 2008

Urbanización y globalización

Las ciudades han existido desde el tercer milenio antes de Cristo. Y desde el inicio de su existencia las personas se han sentido atraídas por lo que ellas ofrecen. Sin embargo, en época tan reciente como 1800, sólo el 2% de la población del mundo vivía en las zonas urbanas. En 2007, la mitad de los 6.000 millones de personas que habitan en la Tierra vive en ciudades y pueblos. En el siglo que se ha iniciado, se prevé que los centros urbanos se extiendan hasta alcanzar un tamaño sin precedentes. Hace 50 años, la región metropolitana de Nueva York era el único centro urbano con una población de más de 10 millones de habitantes; en la actualidad, hay 19 ciudades con esas características. Durante el mismo período de 50 años, el número de ciudades con más de un millón de habitantes se cuadruplicó con creces, pasando de 80 a 365.
En el mundo en desarrollo la urbanización es un fenómeno familiar. En América Latina y el Caribe el 75% de su población vive en zonas urbanas. Pero África y Asia, dos continentes predominantemente rurales, encaran una transformación demográfica de grandes proporciones, pues sus poblaciones urbanas pasarán del 35% a más del 50% en los próximos 30 años.
La urbanización y la mundialización son una realidad en nuestros días. Las ciudades de hoy tienen que competir entre sí para atraer capitales. Para ello, muchas autoridades locales ofrecen incentivos financieros atractivos, además de los de carácter esencialmente prácticos, como una infraestructura y servicios urbanos que funcionen satisfactoriamente, sistemas de comunicaciones, transporte eficiente, viviendas suficientes y acceso a los servicios e instalaciones de educación y de recreación. Pero en el nuevo "archipiélago urbano" de ciudades competitivas vinculadas por la mundialización de la economía de nuestros días, la riqueza pasa de una mano rica a la otra. Los pobres han sido relegados.
La pobreza puede encontrarse en ciudades de todo el mundo. Pero en las ciudades del mundo en desarrollo es más profunda y más generalizada. Un niño nacido en una ciudad de uno de los países menos adelantados tiene 22 veces más posibilidades de morir antes de llegar a los cinco años que un niño nacido en una ciudad de un país desarrollado. En los países más ricos, menos del 16% de todas las familias de las zonas urbanas vive en la pobreza. Pero en las zonas urbanas de los países en desarrollo, el 36% de todas las familias y el 41% de todos los hogares a cargo de una mujer viven con ingresos que están por debajo del umbral de pobreza definido a escala local.

lunes, 10 de marzo de 2008

Ciudadanía Global

Las exigencias cívicas y sociales que caracterizan el mundo actual hacen que el concepto tradicional de “ciudadanía”, ligado básicamente al de
“nacionalidad”, resulte claramente restrictivo e insuficiente. El fenómeno de la globalización, la progresiva multiculturalidad y las desigualdades entre Norte y Sur, entre otros factores, nos obligan a avanzar hacia un concepto de ciudadanía más amplio y global. Un concepto que favorezca la integración e inclusión de las personas en la sociedad actual y que estimule la participación ciudadana desde los principios de democracia y corresponsabilidad. En definitiva, una ciudadanía “global”, crítica e intercultural, activa y responsable.
Desde el ámbito educativo, se ha de potenciar las capacidades de los niños y niñas para comprender e interpretar la realidad, y transformar las relaciones de las personas con las nuevas sensibilidades interculturales, medioambientales, solidarias e igualitarias. Se trata de lograr una educación transformadora comprometida.(...)Educar para la Ciudadanía Global significa educar con la intención de que se produzca una transformación progresiva en los valores, actitudes y comportamientos de nuestro alumnado.
Para alcanzar este objetivo es necesario que preparemos a nuestro alumnado para el ejercicio de la ciudadanía desde una perspectiva global (fomentando el respeto y la valoración de la diversidad, el respeto por el medio ambiente y el consumo responsable, el respeto de los derechos humanos, etc.) y apostar claramente por la transversalidad.
La ciudadanía debe estar presente en los principios orientadores, en todas las etapas e impregnar todas las áreas de conocimiento.
Los principios de la educación para una ciudadanía global son:
1. La dimensión ética del conocimiento y de los actos.
2. Dimensión global de la persona y del ciudadano y de la ciudadana: ciudadanía democrática, ambiental, paritaria, intercultural, social y justa
3. La solidaridad y cooperación
4. El bien general sobre el particular
5. Respetar para ser respetado y respetada.
6. El bien público es una responsabilidad compartida.
7. Concepción sistémica y global del planeta y de su desarrollo
8. Defensa del equilibrio medioambiental
9. Valoración positiva de la diversidad
10. Respeto por las minorías
11. Respeto por las señas de identidad
12. Defensa de la justicia y de la equidad.
13. Participación en la construcción social
14. Respeto por las normas y valores que favorecen la convivencia
15. Diálogo como base de las relaciones humanas y como recurso de transformación de conflicto y rechazo de la violencia.

jueves, 6 de marzo de 2008

Intercambio de experiencias de gestión

Los intercambios de experiencias son procesos de transferencia entre administraciones públicas de lecciones aprendidas y buenas prácticas —que deben ser pertinentes en el contexto de los países que se pretenden aplicar. La transferencia puede ser realizada desde países desarrollados o entre países en desarrollo (cooperación horizontal) a través de la formación no reglada (presencial o a distancia), por medio de pasantías o visitas, mediante la asistencia técnica de expertos o por una combinación de estas modalidades. La finalidad principal de los intercambios de experiencia es la introducción de orientaciones, métodos o procedimientos innovadores de gestión que ya han sido utilizados en otros países. La selección de esta forma de trabajo no es fortuita. Tal como demuestra la experiencia de desarrollo de políticas públicas en países avanzados, no es imprescindible promover grandes cambios estructurales para asegurar que las políticas públicas lleguen a los sectores más desfavorecidos o marginados. En muchas ocasiones, una pequeña modificación en la modalidad de administración de un programa o una institución pública puede ser suficiente para generar círculos virtuosos de inclusión, protección y bienestar. Conocer cómo otras administraciones han abordado problemas similares y cómo han gestionado el cambio puede ser de gran utilidad para emprender procesos de reforma.
La identificación de procesos de intercambio de experiencias puede partir tanto de una solicitud concreta emanada de un gobierno local o regional como de la documentación de una experiencia interesante y encuadrada como una buena practica.
La discusión acerca de si la “demanda” (solicitud) debe generar su propia “oferta” o si la oferta produce demanda es, en este caso, irrelevante. Muchas organizaciones publicas, e incluso nosotros como Consultora, trabajamos en paralelo para detectar solicitudes de intercambio y para identificar experiencias interesantes y potencialmente transferibles. Esta información es analizada de manera continua para formular procesos de intercambio. Lo que resulta importante es que la experiencia a transferir sea considerada útil por las administraciones solicitantes como un mecanismo de apoyo a procesos de cambio, reforma, modernización o mejora en marcha. En otras palabras, aunque la identificación de experiencias exitosas puede inspirar ideas de cambio institucional o político, es preciso evitar la generación de demandas espurias, no fundadas en compromisos político-institucionales claros.

miércoles, 5 de marzo de 2008

Gobernar la ciudad


El último número del 2007 de la revista Nueva Sociedad, una revista que refleja el pensamiento progresista de la región, le dedicó su tema central a “gobernar la ciudad”. La revista tiene 10 excelentes artículos relacionados con la difícil cuestión del gobierno local. Les recomendamos que entren a la página y lean esos artículos. http://www.nuso.org/revista.php?n=212

En particular les recomendamos el de Fernando Carrión, un ecuatoriano que dirige la FLACSO Quito. En su artículo Carrión hace foco en que las ciudades latinoamericanas están cambiando. De la «ciudad frontera», con una lógica de urbanización basada en la expansión de las periferias y la metropolización industrial, se ha pasado a una «ciudad en red», resultado de la globalización, la reforma del Estado y los cambios demográficos. En este nuevo contexto, se perciben en la región dos modelos políticos de gobierno de la ciudad: el de la ciudad empresarial privada, que recurre al mercado para inyectarle eficiencia a la gestión urbana, y el de la ciudad inclusiva, basada en una revalorización del espacio público y la promoción de derechos. La exitosa experiencia de algunas fuerzas de izquierda demuestra que es posible una perspectiva distinta de gestión de la ciudad.
Baje el artículo en pdf aquí